En algunos países se está evaluando la utilización de un “pasaporte de inmunidad” como certificado de no ser riesgo de contagio del COVID-19 y así poder retornar a las actividades normales de cada uno. Si bien suena como una buena idea, existen varias razones por las que los expertos opinan que no estamos preparados para implementar tales medidas.
El pasaporte de inmunidad, también conocido como pasaporte biológico, es la propuesta de varios países para “volver a la normalidad” lo antes posible. Se tratan de documentos que portarían las personas que han sido capaces de desarrollar anticuerpos para la infección, hayan demostrado síntomas o no.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que no hay pruebas científicas que sustenten que una persona con dichos anticuerpos sea inmune a una segunda infección por el brote. De hecho, eso es solo uno de los puntos criticados a esta iniciativa.
Dejando de lado todas las críticas que la medida pueda generar, es un hecho que implementar esta estrategia supone muchos peligros por una simple razón: aún no sabemos lo suficiente sobre el virus.
No se sabe si todos pueden crear anticuerpos. A la fecha se desconoce si todas las personas pueden ser capaces de producir los suficientes anticuerpos para garantizar una posible protección e inmunidad.
Se desconoce el tiempo de inmunidad del SARS-CoV-2. Aún no hay datos suficientes sobre el tiempo que una persona puede gozar de inmunidad para el nuevo virus. Basándonos en enfermedades con las mismas consecuencias respiratorias como el MERS o el SARS, hablamos de una inmunidad que dura entre 1 o 2 años.
Por el contrario, si la inmunidad dura lo mismo que la del resfriado común (generado por otro coronavirus), entonces solo hablamos de algunos días.
Los test no son fiables. Seguro ya has escuchado de las distintas pruebas que existen (PCR, serológico o pruebas rápidas) para identificar el virus en nuestro cuerpo. La prueba PCR es la que mayor fiabilidad tiene, pero resulta casi imposible poder hacerla en todo el mundo ya que se requiere equipo especial, laboratorios, personal capacitado y mucho tiempo.
Para el tema de los pasaportes de inmunidad se recurrirían a los test serológicos o pruebas rápidas, pero no cuentan con un 100% de efectividad a la hora de detectar el virus y ni siquiera con ellas sería suficiente para cubrir toda la demanda.
España levantará la cuarentena para los turistas extranjeros a partir del 1 de julio, pero se desconoce cómo van a controlar las fronteras desde esa fecha o qué medidas tienen pensado tomar. Con críticas y todo, la idea del pasaporte de inmunidad o pasaporte serológico aún está en la mesa.
Por su parte, Alemania es de los mayores entusiastas con dicha estrategia y ha realizado estudios más extensos para determinar su viabilidad. Se han llegado a hacer más de 70 mil pruebas en 54 laboratorios.
Si bien por el momento esto no parece ser una medida eficaz para la vuelta progresiva a la normalidad, nos muestra que el mundo está muy activo en encontrar maneras de reactivar la economía, así como el tránsito internacional lo antes posible.
Es importante recordar que esta estrategia requiere un proceso de estudios, análisis, cuestiones legales, etc. No es algo que pueda salir de un día para otro, así que debemos ser pacientes y entender que estamos viviendo una crisis mundial.
Seguro que trabajando juntos podremos volver a la normalidad y realizaremos esos viajes que tanto deseamos.
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